Cómo canalizar el deseo de hacer las cosas cuando sentimos que no tenemos fuerzas

12.07.2015 11:13
En un mundo como en el que vivimos, siempre acelerado y con muchas exigencias sociales, a veces nos surge un torbellino de ideas que deseamos realizar, pero a la hora de la verdad nos cuesta mucho accionar sobre ella. Es una especie de energía que nos detiene y que nos invita constantemente a posponer y a dar más prioridad a las “urgencias” o al ocio; en este último caso justificándonos por el estrés que llevamos y la necesidad de descansar o sentirnos relajados sin compromiso alguno.
 
Dejamos de lado sueños, proyectos y decisiones importantes, como modificar nuestro curriculum para conseguir un trabajo mejor, arreglar ese cuarto donde tenemos un montón de cosas que no usamos, elaborar una propuesta para emprender un negocio, incluso hasta en iniciar cambios personales de hábitos que nos hacen daño como dejar de fumar, dejar el sedentarismo, iniciar una dieta, entre otros.
La razón de esta ausencia de energía que nos impulse la podemos llamar falta de  motivación, o mejor aún,  falta de fuerza de voluntad.  Cualquiera de ellas que sintamos que nos detiene puede ser canalizada para lograr activar lo que realmente deseamos, esto será más fácil o difícil dependiendo de la conciencia o verdadero deseo de lograr salir del atolladero. En este sentido, lo que recomiendo  es:
 
  • Hacer una evaluación de los proyectos o decisiones que hemos pospuesto.
  • Ordenarlos por orden de dificultad o facilidad según su perspectiva (ejemplo: si sueño con hacer un viaje al Himalaya  y también he querido hacer una revisión de los CD que tengo para clasificarlos y desechar los que ya no me interesan, colocaré el viaje al Himalaya como un proyecto a largo plazo más que el de los CDs).
  • Seleccionar el más factible de abordar y hacer una lista de tareas con fechas para iniciarlo y terminarlo completamente. En caso de no cumplir,insistir en reprogramar su ejecución hasta lograrlo
  • Reflexionar acerca del poder que tienes al ejecutar una tarea pendiente y celebrar por haberlo logrado para poder pasar a otro proyecto pendiente.
Y recuerda: la fuerza de voluntad es como un músculo que necesita ser ejercitado y fortalecido, si no se trabaja, se atrofia y, aunque es posible reactivarla, cuesta mucho volver a ponerla en marcha.
 
“La fuerza de voluntad hace que lo que quieras que ocurra, suceda”.